llaves antiguas

La invención de las llaves data desde hace más de 4.000 años atrás, según diferentes arqueólogos, su creación se la atribuye a los egipcios, pero hay otros que creen firmemente que fue invento de los chinos y algunos se lo asignan a Teodoro de Samos en el siglo VII a. C

Las llaves son usadas para abrir o cerrar una puerta, son ideales para mantener con seguridad las habitaciones o ciertos espacios ya sean grandes como pequeños.

Con los años han cambiado mucho sus estructuras y formas, a continuación, te contaremos los datos más relevantes sobre las llaves antiguas:

Llaves egipcias

Existen representaciones de las llaves antiguas en jeroglíficos, son representadas en dimensiones superiores a las que se conocen hoy en día y la medida era cerca de un codo. Entraban en los orificios como un brazo mediante el montaje de la hoja que tenía la puerta y se encargan de accionar el cerrojo de una forma similar a una palanca, por ello eran de tan grandes dimensiones.

Llaves griegas

Las llaves usadas por los griegos eran similares en tamaño a las egipcias y seguían el mismo patrón del brazo de palanca que ellos usaban para abrir sus puertas, la diferencia es que éstas eran fabricadas con la madera y el accionamiento empleado no era rotativo, sino que se aplicaba un giro vertical.

Llaves romanas

Los romanos se dedicaron a evolucionar un poco más las llaves antiguas, crearon el sistema de seguridad más avanzado de sus tiempos: las llaves de los cierren eran fabricadas al revés. El material principal utilizado eran la madera, pero ellos lo cambiaron a metal y lograron hacerlas más pequeñas.

No solo eran aplicadas para puertas, también para cajas de menor tamaño donde solían guardar las joyas o los venenos, conocidas hoy en día como cofres o cajas fuertes. Tanto las llaves como los cerrojos eran de metal, gracias a esto perduraban más tiempo.

Llaves medievales

En la época medieval intervinieron los artesanos, creaban diseños decorados con diferentes perforaciones y/o relieves. Durante los siglos VXIII y XIX este método fue perfeccionado con clavijas, cilindros o palancas, ciertos cerrojos no tenían llave y algunas clavijas tenían dientes.

Estos innovadores diseños le brindaban a la puerta más protección, en su momento eran inviolables. En el siglo XX las complejidades de las llaves incrementaron, pues eran fabricadas con mejores materiales y la producción se hacía en series según la cerradura, permitiendo tener un buen sistema de cierre y a su vez un funcionamiento interno perfeccionado.

Llaves modernas

Con la llegada de la modernidad del siglo XXI, los materiales usados para su fabricación fueron cambiados por acero y aluminio, se puede acceder al interior de un espacio a través de una puerta haciendo un simple giro en el interior del cerrojo el cual acciona los pistones de cilindros que permiten la apertura de la misma.

A pesar del pasar de tantos años, las llaves siguen siendo empleadas para cumplir con el propósito de mantener una seguridad y protección para viviendas, empresas, locales o elementos de más pequeños como candados, cajas de seguridad, entre otros.

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